Repite conmigo: «Estoy aprendiendo.»
Estás aprendiendo a manejar tus miedos e incertidumbres.
Estás aprendiendo a digerir tanta información y tan cambiante.
Estás aprendiendo a trabajar desde tu casa, y puede que lo estés haciendo mientras compartes espacio con el resto de tu familia.
Estás aprendiendo a tener mucho tiempo libre.
A quitarte el pijama y vestirte como si fueras a salir. Pero no.
(Respira)
Estás aprendiendo a no atiborrarte con miles de actividades que proponen en las redes.
Estás aprendiendo a aburrirte.
Estás aprendiendo a estar contigo. Solo contigo.
A convivir todo el día con tu familia. O a estar cada día sin ellos.
Estás aprendiendo a sentir privación de libertad para salir y entrar de casa.
Estás aprendiendo a estar con tu pareja, pero de verdad de la buena.
Estás aprendiendo a sentir tus emociones, a gestionar tus pensamientos.
Estás aprendiendo cómo eres cuando la vida viene y te sorprende.
A darte cuenta cómo te tratas.
(Respira)
Estás aprendiendo a perder el control. O más bien a darte cuenta de que no tienes tanto control como pensabas.
Estás aprendiendo a tomar el control sobre lo que sí depende de ti.
Estás aprendiendo que eres más poderosa de lo que pensabas.
Estás aprendiendo a vivir una situación que no habías vivido antes. Nunca.
(Respira)

✨Estás aprendiendo muchas cosas en muy poco tiempo. Muchas cosas. Muy rápido.✨
Cuando sientas que te supera la situación, hazte el favor de ser compasiva contigo.
❤️Recuérdate con la mano en el corazón que estás aprendiendo y además, que lo estás haciendo divinamente.❤️
Date permiso para reconocer y validar todo el esfuerzo que estás haciendo para cuidarte a ti y a los tuyos, para intentar que todo salga bien.
Bravo.
Brava.