La derrota esconde una oportunidad: guarda info sobre ti, sobre lo que falta, sobre lo que sobra. Y sí, puede que en el momento no lo veamos, pero te aseguro que está.

Ganar no es algo reservado para los que mejores capacidades tienen, sino para quienes mejor las usan. Así que una derrota pone a tu disposición entenderte mejor para potenciarlo. .
Una vez leí algo que me encantó: en los entrenamientos se ganan las medallas y en las competiciones se recogen.
La derrota es relativa. Solo existe si lo que le sigue es el abatimiento total.
Decía Jose Luís Borges que “la derrota tiene una humildad que la victoria no conoce.” Y no puedo estar más de acuerdo.
Por tanto, aquello de “lo importante es participar” ya no parece tan prioritario.
¿Qué te enseñó tu última derrota?